en el taciturno bosque
entre los árboles azules
el esqueleto yace
las hojas
murmuran su nombre
el esqueleto despierta
escucha
y el despertar
le causa una suerte de dolor
tal vez hubiera llorado
de haber tenido los órganos
para dicho fin
luego, voltea su rostro
óseo hacia el bosque
y se pierde
reconoce a quien lo llama
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